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sábado, 28 de mayo de 2011

Arte / facto #15




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Se preguntaba Kishnamurti a qué se iba a dedicar el ser humano cuando todo el trabajo lo realizaran las máquinas. Pero tal vez es que Kishnamurti no había leído a Thorsein Veblen, puesto que Veblen en su libro Teoría de la clase ociosa, ya dice en sus primeras páginas a qué se dedica la clase ociosa: a la guerra y al sacerdocio. De hecho dice que la clase ociosa surge de la guerra. También es curioso que Veblen tenga una teoría de la imitación de la clase ociosa sin saber nada de las neuronas espejo, puesto que ahora parece demostrada la teoría del aprendizaje por imitación constante. En tal caso, y una vez aclarado el asunto de la ociosidad y de la imitación, la pregunta de Kishnamurti se podría responder diciendo que determinados hombres-máquina se han dedicado desde siempre a movilizar a otros hombres-máquina, a través de distintos sistemas de coacción guerrera o de seducción sacerdotal, utilizando el sistema de la imitación natural. Así que cuando los hombres-máquina sean sustituidos por máquinas, obviamente desaparecerá la guerra y el sacerdocio. Y esto tan lógico, no sé por qué, pero da risa de tan inverosimil que parece. Aunque hay quien dice que de las ideas más absurdas salen siempre las más geniales. Dicho de otra manera: si un hombre-máquina sólo tiene máquinas a las que coaccionar, y encima éstas no se oponen a ninguna coacción; el único coaccionado ahora es el hombre-máquina. Sorprendente ironía la de la máquina, que desvela cómo es posible la transición hacia una interacción humana sin que intermedie la guerra ni el sacerdocio XXDD Entonces ahora cabe preguntarse: si es el error humano el que intermedia entre máquina y máquina ¿Ha sido siempre el error el intermediario entre hombre-máquina y hombre-máquina? ¿Y puede entonces la simulación racional de la máquina no incluir el error en su simulación? ¿O es la pulsión artística la auténtica simulación emocional de ensayo-error en este eterno sistema de imitación? Y más aún ¿Es posible que una máquina pueda simular emocionalmente el miedo y el dolor -el propio y el ajeno- llegando incluso a su propia autodestrucción o anestesia? ¿O tal vez se vería forzada a seducir o atacar a las otras, e incluso llegar a simular emocialmente dicho ensayo-error a través de la pulsión artística como modo de supervivencia?

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3 comentarios:

  1. Muy bueno. De nuevo,me da que pensar. Tanke por los aportes arte!!!

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  2. Por cierto, has visto que he puesto y quitado cosas... he intentado ser lo más fiel a mi lectura de lo que escribes, y busqué potenciar los puntos que más me llamaron la atención. En este post quité las imágenes porque la de la lengua me parece muy potente y no quería que ninguna otra le quitase fuerza.

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  3. Vaya! has descubierto un nuevo género expresivo: el gif poético. Este es especialmente irónico y también da mucho qué pensar.

    Sobre lo de quitar y poner... tu punto de vista resulta siempre sorprendente -y bienvenido, claro-.

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