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miércoles, 23 de marzo de 2011

Arte / facto #5: Mecáncia orbital. La reevolución baudrillardiana

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Mecánica Orbital

- la reevolución baudrillardiana -









Al parecer todos “los entes” tenemos una “gravedad”. Así que si nos fijamos en cómo hacen los físicos para poder enviar una nave espacial a la Luna, podemos certificar que la línea recta no sólo no es el camino más corto para ir de un “sitio” a “otro”, sino que no es tan siquiera “el camino”.






La mecánica orbital dice que “todos” giramos elipsoidalmente en torno a varios “entes” de “gravedad” diversa -según su masa o “substacia”-, y que además están constantemente moviéndose.





Así que para lanzar una nave a Júpiter, por ejemplo, los físicos hacen lo siguiente:

Primero han de darle un “impulso” lo bastante fuerte como para salir de su periapsis -o punto orbital más cercano a su centro-.

Después se meten en la apoapsis -o punto orbital más alejado de su centro- de la Luna, para esperar a entrar en una órbita del Sol sin ser absorbido -con otro impulso de menor esfuerzo, claro-.

Luego dan una vuelta alrededor del Sol, y justo en el momento en el que pueden salir para pasar entre medias de la Tierra y la Luna, salen con otro pequeño impulso.

El objetivo es dejarse “estrangular” un poco entre las “atractivas” órbitas de la Tierra y la Luna, para después, sin esfuerzo alguno, salir “expulsados” aprovechando sus movimientos rotatorios -como pasando entre medias de dos engranajes-, pero saliendo -ahora sí-, con una extra-ordinaria “fuerza” en línea recta hacia la órbita de Júpiter.





Pero todo esto, dicen “los científicos” que no lo hacen para “divertirse” -cosa que dudo-, sino porque si quisieran hacer llegar “la nave” con su propio impulso desde la Tierra a Júpiter, la nave “pesaría” demasiado -dada la gran cantidad de combustible que necesitaría-.

Así que si extrapolamos estos conceptos a nuestra vida diaria, podremos comprender por qué nuestros “objetivos”, no sólo se “tornan” elipsoidales, sino por qué sólo podemos salir de nuestra “gravedad” impulsándonos hacia “otras gravedades”.

El único dilema sería en qué órbitas nos situaremos y sobre todo, qué “gravedad” tendrán para nosotros, y nosotros para las demás -cosa que “a priori”, no podemos saber sino tan sólo “intuir”, como igualmente les pasa a los electrones en las órbitas atómicas-.

Mi consejo entonces, si queremos salir de la mismidad, es que se escoja la órbita más excéntrica, ya que es la mejor “forma” que se me ocurre de ahorrar energía en estos tiempos de “crisis de la representación en la era postmoderna”.

Aunque, por supuesto, cada uno es “libre” de hacer lo que quiera y pueda, claro.

*La excentricidad es la medida de lo circular que es la órbita. Se mide en valores que van de 0 a 1, dónde 0 representaría una órbita completamente circular y 1 una línea recta.






Aunque pensándolo mejor, yo no estoy tan seguro como los “científicos” de que la apoapsis sea “de facto” más “excéntrica” que la periapsis, puesto que la periapsis te puede dar la “fuerza reactiva” para salirte de “tu sitio”, mientras que la apoapsis te suele dar “la distancia indiferente” como para que nada “te afecte” y quedarte así en el mismo sitio. Y sin motivo, no hay movimiento -por mucho que se empeñe el capitalismo en que el movimiento es el único motivo de la “existencia”-. Ufff, todo un dilema “metafísico” de difícil “solución”, aunque siempre implique una “discutible” decisión, claro.

* estos científicos están como cabras, siempre midiéndolo todo; no sé quién me manda hacerles caso y meter las narices en sus “turbias” y “enloquecedoras” mediciones; así que me quedo con dos excéntricos “personajes” artísticos, un “periáptico” y un “apoáptico” -creo-, aunque ahora mismo no sabría decir quién es quién, porque “afortunadamente”, y aunque me guste “investigar”, yo no soy ningún científico.











Moraleja baudrillariana:


“El arte está hecho para seguir siendo ilusión; si entra en el dominio de la realidad, estamos perdidos”




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6 comentarios:

  1. ey!!! bonito trabajo, espero que lo lean mis compañeros arquitectos, que (deformación profesional) tienden a pensar con imágenes, y la metáfora / estructura que propones les resultará cercana.
    Sin embargo, llevado por tu misteriosa sentiencia final, me he leído entera la charla de Baudrillard, y me ha parecido una postura ya superada, la de la muerte del arte. Esa cantinela la llevamosoyendo desde el iglo xix, todos los grandes teoricos de la estética (wolfflin,warburg, gombrich y compañía) todos en uno u otro momento han salido con el tema de la muerte de la estética por culpa de Nietzsche.
    Me da rabia no controlar el sistema de Baudrillard para refutar sus argumentos, en el fondo hay algo que no entiendo en su discurso y tiene que ver con el uso qye hace de la palabra "sentido". ¡¡¡Necesito que alguien me explique Hegel!!!

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  2. Creo que Deluze y Guattari dicen que los sueños no son "teatros" sino laboratorios. No re-presentan nada sino que son combinaciones "imposibles". Huellas interpretables sólo subjetiva y singularmente.

    Yo entiendo que lo que nos quiere decir Baudrillard es que esa "Atrocity Exhibition", o ese "nosotros" del que hablas sobres los japos en tu anterior post, constituye "la realidad" -algo "compartido", como un código traducible a otro-.

    Pero Baudrillard es "patafísico" y le gusta investigar soluciones imaginarias, excepciones y singularidades. Por eso sólo puede tener un sentido onírico y subjetivo. Hacerlo coexistir con el sentido "lógico" de la realidad "compartida" es "tarea" de cada uno -extraer algún sentido subjetivo- (como dices tú de Jigglypuff)

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  3. http://209.50.249.194/images/content/168659.gif

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  4. http://4gifs.com/gallery/d/181432-2/Air_mattress_lamp.gif?[/img][/url]

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  5. Ahora sí. Te envío una de japos a cdf.

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