jueves, 7 de octubre de 2010
El arte de odiarse a uno mismo #5: El destino como tragedia
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Se puede decir también que Dios, como Arquitecto, satisfacte en todo a Dios, como legislador, y que, por tanto, los pecados deben llevar consigo su castigo por el orden de la naturaleza; y en virtud de la misma estructura mecánica de las cosas; y que asimismo las buenas acciones obtendrán sus recompensas por caminos mecánicos en relación a los cuerpos, aunque esto no pueda ni deba suceder siempre en el momento.
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Gottfried Wilhelm Leibniz, "Monadología. Discurso de metafísica"
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Jorge Guillén decía algo parecido: "el poeta consume exactamente lo que produce".
ResponderEliminarAquí cada uno arrima el ascua a su sardina. Un poco más de patafísica, porfaplease!