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jueves, 31 de marzo de 2011

Mysterium Tremendum #1 : Philip K. Dick


" (...) “lo más hondo e íntimo de toda conmoción religiosa intensa”, es una experiencia de “misterio tremendo” (mysterium tremendum), caracterizada por el sentimiento de un pavor peculiarísimo: “De este sentimiento y de sus primeras explosiones en el ánimo del hombre primitivo ha salido toda la evolución histórica de la religión” (...).


La cuestión metafísica es una pasión, una emersión del cuerpo, que por su propia naturaleza territorial ansía saber la verdad fundamental del mundo que habita. Las reflexiones ontológicas, por tanto, hay que sentirlas, y desde ese pathos místico, pensarlas. Si no se participa íntimamente del drama del silencio del sentido, no ha lugar la pregunta metafísica: conviene formularla únicamente cuando necesitemos la respuesta. Hace un tiempo, sentí ese enorme mysterium tremendum, el mismo pavor paralizante que ha angustiado al hombre desde que tuvo conciencia de su ser en el mundo. Lo digo a medio camino entre la vergüenza (por lo que de delirante pueda tener esa cuestión) y prudencia (por mi incapacidad para abordar el tema con el suficiente rigor), pero en un determinado momento de mi vida he visto delante de mí el vacío, la nada de la que estamos hechos. La he visualizado, a la manera en que se visualizan las ideas: se puede visualizar mentalmente la idea de tangencia, la de infinito, la de movimiento... y del mismo modo, se puede visualizar la realidad como vacío. Es la visión mística propia del nihilismo. Hay realidad, hay mundo, existo. Eso es una verdad innegable, no es una figura poética, ni un sueño ni una película: aquí está lo real, a nuestro alrededor, en nosotros mismos. La mera existencia de algo es en sí una descomunal paradoja, el más inaccesible de los misterios: la realidad es real, contra todo pronóstico. Existimos, esto no es una novela, esto es real. La patencia de lo real en su nivel más básico y sencillo, en su fundamento, el hecho simple de que hay mundo, es la certeza última (y única) de la que brotan todas las demás verdades, la más inmediata y dolorosa de las cuales es la inminencia (en tiempo cósmico) de nuestra muerte, inexorable. Lo real es vértigo, y por ello tenemos miedo a preguntarnos por su macguffin.


Lo real es anterior a nosotros, nos gobierna, no hay escondite para el imperio de su ley. Somos exclavos de la realidad. Cuando digo realidad, digo todo: las ideas, las verdades, las mentiras, los sueños, la música, las cosas, el tiempo, lo posible, lo pensable, lo ridículo, lo fingido. Todo, incluido lo inexistente, es. Los unicornios no existen, pero participan de la realidad, en el campo de las ideas. La realidad es todo, no tiene un afuera. Somos protagonistas de una gigantesca conspiración cósmica, la de ser arrojados a un mundo cuyo sentido se nos oculta.


Esto que acabo de decir, se puede pensar. Es un pensamiento como otro cualquiera. Pero en determinados momentos, se puede llegar a sentir. De ese sentimiento (la consciencia mesmerizante del hecho de que hay realidad) es el principio de la metafísica.


Muchos han intentado cancelar esta cuestión. Hablaré sobre los negacionistas también, a lo largo del hilo. Pero, incluso en 2011, el msterium tremendum sigue ahí, latente, ocultándose y presentándose. Stephen Hawkin asegura en su último libro que el misterio sólo puede ser resoluble por la física: es una de las afirmaciones más estúpidas que he leído nunca, algo indigno de un personaje de su categoría, y que viene a resumir el dogma del materialismo más zafio y simplista. Esa idea equivale a afirmar que "Las Meninas" es competencia de los químicos, porque su existencia depende de la química del óleo.


El campo del mysterium tremendum no es la física ni la transfísica: es la metafísica.


Hoy en día, a la metafísica la llamamos ontología. Suena más cientítico, pero la chispa que desencadena el mundo, sigue perteneciendo al rango de la mística.


«No se trata de a primera persona, se trata de nombrar los poderes impersonales, físicos y mentales, a los que uno se enfrenta y a los que uno combate, desde que se intenta realizar un objetivo y uno se da cuenta de este objetivo sólo en el combate mismo. En este sentido, el Ser mismo es político.»


Gilles Deleuze, entrevista concedida a Liberation del 2 de septiembre de 1986,



Por este hilo pasarán Heidegger, Zubiri, Deleuze y algunos otros. Pero espero abordarla problemática metafísica desde su presencia (consciente o inconsciente) en la estética contemporánea. Por eso empiezo con este escritor norteamericano, el artista que con más virulencia ha sido capàz de plasmar el tipo de intuiciones místicas que recorren el trabajo de Heidegger. El hombre que ideó Blade Runner, Minority Report, Desafío Total o Paycheck, y cuya estela se puede encontrar en El show de Truman, Origen o Cómo ser John Malkovich : el pánico constitutivo al hombre contemporáneo, que en sus momentos de lucidez se siente víctima desconfiada de una realidad que, en su conjunto, se presenta como una trama cuyos fundamentos estamos condenados a desconocer.


Phillip K. Dick


La realidad como conspiración








"La experiencia religiosa de Philip K. Dick", por Robert Crumb






Phillip K Dick, en la biografía universalmente aceptada, terminó sus días como esquizofrénico: a fuerza de preguntarse por la esencia de la realidad, terminó sus días perdido en delirios y ensoñaciones pesadillescas. Según un impresentable como Mario Bunge, también Heidegger mostraba accesos esquizofrénicos. Quizás el cuestionamiento de la realidad en sí, sea un trabajo digno únicamente de locos:de ahí la proliferación de ángeles, querubines y seres ultraterrenos en la mística clásica. Para un positivista retarded como Bunge, la pregunta por el ser no tiene sentido, es una pregunta absurda: pero él esquiva desarrollar un fundamento ontológico de la esquizofrenia: incluso el pensamiento del esquizpofrénico es real, forman parte de la realidad (pues no transcurre en otro lugar: incluso las alucinaciones más extremas ocupan, en cuanto ideas, una parcela de lo real: todo lo concebible es, incluso si inexistente). Dick poetiza la dimensión metafísica de la esquizofrenia: la realidad admite infinitas lecturas, todas ellas contingentes, pero todas ellas reales. En términos heideggerianos, el esquizofrénico quizás se equivoque en lo óntico, pero no en lo ontológico: su cancelación del sentido ordinario, lo acerca al ser puro. Esta diferencia fundamental (entre lo óntico y ontológico) es muy difícil de entender en Heidegger, y creo que Phillip K. Dick lo explica maravillosamente: incluso cuando la realidad se evapora, cuando los entes muestran su naturaleza de simulacro, sigue habiendo algo innegable. Ese algo es el ser de lo real, un campo en el que la diferencia entre lo soñado y lo vivido es irrelevante, ya que sueño y vivencia comparten el hecho de que son. Ontológicamente, sueño y vivencia son interdependientes, comparten habitáculo, el habitáculo del ser. Y la esencia misma del ser heideggeriano es el hecho de que, como el esquizofrénico, se pregunta por el ser. La consciencia ontológica más poderosa es aquella capaz de cancelar lo óntico, sumergirse en el vacío irrelevante del que están hechas las cosas. La locura última es, desde esa lectura, el vértigo de sentirse ante la presencia, aún en el vacío o el sueño, del ser, en su mysterium tremendum. Ufff vaya post más rollo... en fín, recomiendo a todo el mundo que se vea el documental sobre Dick, aunque por desgracia está en inglés. Un personaje fascinante, profético, valiente visionario, un genio, capaz de traducir el lenguaje arduo de la metafísica al lenguaje de la ciencia ficción para adolescentes. Y treintaañeros ociosos.

3 comentarios:

  1. Es tan tremendum el mysterium que sólo decir la "palabreja" me marea. Pero por los datos que "tengo", tanto "el ser" como "el esquizofrénico" creo que son dos puros mitos (me pondré a resumir los datos para clarificarlos "de una vez por todas" -como decía Deleuze a menudo :-)

    Sobre el tal K.Dick veré con atención tus links. Completamente de acuerdo. Todo un "genio" -donde los haya, claro-.

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  2. espero que te animes a mandar algunas meditaciones metafísicas!!!!

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  3. te veo ahora, me ha encantado este poster

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