Es muy fuerte ver imágenes de alguien que ya no está entre nosotros... pero tras el shock tétrico de constatar lo perdido, empieza la admiración por lo recién nacido: un personaje eterno. Una sombra, un fantasma que descansa y pervive plácidamente en su herencia. Creo que ahora estará en un lugar muy parecido a los sueños que nos inspiraba, a los mundos que nos dio a conocer. ¡Gracias Trish!
No hay comentarios:
Publicar un comentario