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martes, 23 de agosto de 2011

Marymodernas #3: pasapalabra



He conocido a montones de modernos a lo largo de mi vida, claro. La gente moderna mejora mucho cuando se intima con ella: desde la distancia, atendiendo únicamente a sus atuendos y ademanes, se tiende a pensar que el moderno es un ser narcisista, vanidoso, supericial, y que busca rodearse únicamente de amistades glamorosas. Tal vez así sea en algunos casos, pero en mi caso sólo puedo tener buenas palabras hacia los militantes de la modernidad. Secretamente, y bajo ese aparatoso atrezzo tan estudiado, acostumbran a ser personas muy sentimentales, amistosas, y sorprendentemente tímidas.
Muchos de mis amigos detestan a los modernos, a los que suponen unas idiosincrasias detestables: diría que los marymodernos constituyen uno de los grupos sociales que más recelos despiertan en España, donde nuestra tradición cultural siempre ha considerado honorable al ciudadano discreto, no estruendoso, amigo de las tradiciones y ajeno a los experimentos con gaseosa. Tal el es el descrédito generalizado hacia todo lo que huela a modernidad, que incluso existe un extraño "complejo de culpa del moderno". Son una tribu enferma de endofobia. Los modernos siempre se refieren a los modernos en tercera persona.



Yo mismo he sido muy moderno, y el moderno típico además. Mis gustos siempre han sido muy snobs, y de joven gustaba de dejar claro a través de mi ropa cuál es mi actitud ante la vida. Llegué a resultar asquerosamente moderno, hasta el punto de que incluso cuando salía con un aspecto completamente casual, la gente suponía que ese descuido no era más que "el colmo de la pose moderna". Dejé de frecuentar a los que me consideraban "César, el modernito" porque en un determinado momento, empecé a sentir que no me tomaban en serio.
Hace ya mucho tiempo que no me visto. No tengo dinero para hacerlo, ni tiempo para buscar ropa (el moderno auténtico debe dedicar grandes esfuerzos a inspeccionar todo tipo de tiendas y rastrillos en busca de la pieza más extraña y cool, la prenda de moda en Londres que nadie tiene aún en tu ciudad) pero sobre todo, he desarrollado un enorme sentido del ridículo con la edad. Ahora, cuando salgo a tomar una copa, me gusta ver a los nuevos modernos desde la distancia, con simpatía y complicidad, pero sin participar de su fiesta. Llega una edad en la que si uno se excede en las excentricidades indumentarias, corre el riesgo de parecer Camilo Sesto. Admiro a Camilo, pero su aspeto no es lo que quiero para mí. Parece un niño viejo, o un viejo niño.



Casi todos los modernos terminan por trabajar en profesiones marymodernochas, generalmente vinculadas a la ropa, la música o el diseño, pero me temo que en muchos casos la profesionalización lleva aparejada la pérdida de frescura. Hay un radar de tendencias que por pura genética se desactiva a los 25. Los marymodernos de cierta edad no pueden más que seguir las tendencias que marcan los jóvenes, y cuando advertí que a mí me pasaba eso, desconeté mi marymodernidad. No me gusta cómo envejecen los modernos, sus esfuerzos titánicos por detener el tiempo son lo opuesto a la verdadera modernidad. No sé.



Ya nunca compro la Neo2, ni siquiera la Rockdelux, no leo Pitchfork, no compro sneakers ni voy a festivales. Los tiempos han cambiado, los modernos ya no importan como solían importar, ya no son culturalmente necesarios. Creo que los verdaderos modernos de hoy en día son los perroflautas, pero no sé, no soy yo quien tiene que decir eso, estoy fuera del rollo, pasopalabra, busco otro tipo de marymodernidad.

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Addendum: Mientras termino mi proyecto de tesis, me pongo de fondo los ep´s de AFX de mitad de los 90, y todavía hoy suenan verdaderamente increíbles, mucho más vigentes, impactantes, arriesgados y contemporáneos que el 90% de lo que se ha hecho después. El problema de Rich James es su falta de profilaxis, que le lleva a editar series interminables e inabarcables, imposibles de atender en su totalidad. En esta última batida, y soulseek mediante, me he bajado algunos ep´s de AFX, Analogue Bubblebath y Analord, y tranquilamente suman 200 canciones, de las cuales la mayoría son estupendas, y algunas sencillamente magistrales. La serie "Hangable auto bulb" es una exquisitez, un lujo que sólo él se puede permitir editar como ep´s "menores" (el Laughable Butane Bob que he colgado me parece un tema escalofriante, tremendo), el talento de este señor es indescriptible, realmente tiene un don. Llevaría toda una vida saborar toda su obra, tan llena de sorpresas y matices por redescubrir.
Desde hace días busco un tema de los Bubblebath que solía pinchar Mulero, y no lo encuentro... y es que sólo en esa coleción, hay más de 150 temas. Aphex Twin es el rey de reyes, ¡qué talento!

1 comentario:

  1. ¡Muy bonito lo de la rvl continua! Resulta hasta más poético de lo que parece. Marymoderneces aparte, ¡Feliz Tesis!

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