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miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cero en Historia



¿SOMOS UNA GENERACIÓN POST-HISTÓRICA?
1. Hace tiempo que no comento ninguna lectura, pero no porque haya abandonado mi estrategia evasiva de resolver mis preguntas mediante respuestas ajenas, sino porque estoy empantanado en asuntos que, en cuanto irresueltos, no alcanzan todavía el rango del respuestas: supongo que es un contrasentido dudar tanto de todo, y al mismo tiempo seguir creyendo en luces de conocimiento al final del túnel de la incerteza. Qué cursilada acabo de decir. El caso es que me angustia ver suceder cosas tan asombrosas día tras día, y quedarme pasmao frente a la pantalla sin tener nada claro a quién creer, ni cómo encajar los serpenteos constantes del info-show.
Mi inquietud de ahora mismo: la historia. Tengo la sensación de vivir una época histórica, en lo personal y en lo social simultáneamente, como en una cinta de Moebius. Y planetarnos el papel de esa "historia" en nuestras vidas es algo que nuestra generación nunca había necesitado: criados en el confort ensoñador de una "pax americana" cuyo subtexto era el fín de la historia, creo que el"shock" que estamos sufriendo es por nuestra ignorancia absoluta respecto a "la historia"-en-sí. Nunca había sido de nuestra incumbencia, apenas había requerido de nuestro interés: las cosas se resolvían solas, por sí mismas y sin hacer ruido.Ya no. Ahora, la historia nos azota. ¡¡¡La historia era verdad, iba en serio!!! Es emocionante y acongojante a la vez, sentir que asistes a lo que dentro de unos años será Historia en mayúsculas, con todo el glamour y la pompa que ello implica.
¿Cómo funciona la historia? ¿Cómo nos conviene pensarla? ¿Qué es exactamente, quién la gobierna? ¿Es gobernable? ¿Es lógica, ordenada, paradójica, caosmótica, caótica, mecánica, ficticia, estratográfica, geográfica, es el aion, es el chronos...? De todas las historias que nos ofrece la Historiografía... ¿cuál nos conviene?, ¿a cuál recurrir en estos tiempos de desconcierto en los que carecemos de las herramientas de pensamiento para sistematizar los acontecimientos que nos sacuden, y hacerlo en armonía con los acontecimientos que los anteceden y los que le habrán de suceder? No sé pensar la historia. Se requiere una perspectiva muy sólida para atraverse a hacer un juicio de valor sobre los acontecimientos históricos, y yo carezco de esa solidez.

¿LA HISTORIA ES IMPENSABLE?
2. Si algo me ha convencido la lectura de los posmodernos, es de lo tremendamente tramposo de muchas de las llamadas "ciencias humanas", y más específicamente la historia, seguramente la disciplina más connotada por las triquiñuelas del poder. Leyendo a un Foucault, un Fernand Braudel, un Fredric Jameson o un Althusser, uno llega quizás erróneamente a la conclusión de que hay que estar siempre en guardia frente a "lo histórico", narración que hace ya tiempo perdió su hipotética y candorosa naturaleza neutra de "archivo imparcial de los acontecimientos" para mostrarse como un constructo ideológicamente connotado, utilizado para la legitimación cultural y política, redactado siempre por los vencedores y, hasta cierto punto, un ejercicio estrictamente literario: la Historia unívoca y convergente ha implosionado en multitud de narraciones particulares, microhistóricas, micropolíticas, dogmáticas en cuanto sus presupuestos son siempre de confrontación (ya no hay una "historia para todos", sino "historias para cada uno"), divergentes en contenidos y deducciones, y que han perdido completamente la pretensión de "historia natural": el cuestionamiento de "lo histórico-en-sí" es una jugada filosófica de larguísimo alcance que empieza con el debate sobre el estatuto del acontecimiento. Sólo puede aspirarse a una historia natural (o absolutamente verdadera) en cuanto los acontecimientos que recoja puedan sistematizarse objetivamente mediante una red de relaciones causales capaz de constituirse en mecanismo holístico, más allá de la subjetividad: necesito una historia lógica, fría, imparcial, robótica, sin cuentos chinos. Si los pactos sociales se construyen sobre un sustrato histórico, éste debe ser lo más imparcial posible, por mucho que ahora sepamos que dicha imparcilidad es epistemológicamente inalcanzable.
Deleuze nunca escribió un libro sobre historia, seguramente porque como digo la naturaleza de "lo histórico" puede deducirse del rango que se otorgue al acontecimiento, cuestión que sí le interesó sobremanera. Las contadísimas reflexiones al respecto que va dejando caer en las clases de Vincennes remiten siempre a la misma cuestión: la producción del discurso, la diferencia entre los eventos, los acontecimientos, y los estados de cosas: sólo desde esa micrológica que relaciona tiempo y eventos, es posible aspirar a una lógica histórica coherente. Como deleuziano amateur, diría que su trabajo es "meta-histórico", en la medida en que otras dimensiones de su pensamiento (el que más me incumbe es su gnoseología) "anulan" en gran medida la legitimidad (y la necesidad) del método histórico tradicional. En su obra,"la historia" vendría deducida de sus importantes reflexiones sobre el tiempo, que para Gilles es la verdadera clave del devenir: no se puede proponer un método histórico convincente, sin una conceptualización del tiempo absolutamente rigurosa. "Historia" es un concepto muy chusco si lo comparamos con ese top53 de los conceptos difíciles que es "El Tiempo", así en plan metafisicote.
Y en ese sentido, como mini-deleuziano (porque el suyo es el único sistema que más o menos manejo), me siento cojo: sus complejísimos análisis filosóficos sobre el aion, el chronos, el tiempo como extensión o como intensidad, el vínculo entre movimiento y devenir, entre materia y duración etc. son demasiado complejas para mí.
Sólo tengo clara una cosa:la construcción de la historia está tríplemente constreñida por la cárcel del lenguaje, la cárcel del sentido, y la cárcel del paradigma, que quizás no son más que matices de una misma cárcel (la de la infranqueable contingencia del punto de vista). ¿Cómo contar las cosas que pasan, entonces, de manera que puedan ser no ya "objetivas", pero sí al menos "lógicas"?

¿LA DIALÉCTICA MOLA O NO MOLA?
3. Con la dialéctica hemos topado. Me da cierta vergüenza reconocer que no entiendo bien la argumentación de los métodos dialécticos, que en mi ignorancia me resultan demasiado simplistas, excesivamente totalizadores. Me resulta inaceptable el modelo hegeliano según el cual la Historia depende de un orden propio y trascendente, en el que el pasar del tiempo implicaría una tendencia natural hacia la resolución de los conflictos hasta un punto final de cancelación en el que, por la gracia divina, el Orden universal terminaría por realizarse en un fín de la Historia, la resolución de todos los conflictos. Esa narración tan grosera (nivel wikipedia, ya lo sé) es inaceptable tras los pavorosos intentos totalitarios de apropiarse de esa realización final de la Humanidad.
Me he estado informando sobre la dialéctica, que en principio (Marxismo en mano) es el método filosófico que históricamente más útil ha sido a la gente como yo (los que quieren que las cosas cambien). Estoy leyendo un libro muy didáctico y simpático llamado "La ontología materialista de Gustavo Bueno" con el que estoy aprendiendo mucho: las cien primeras páginas exponen una magnífica historia del materialismo desde Leucipo hasta Engels, explicando el fundamento y las líneas de fuga de esta corriente de pensamiento, que el señor Bueno pretenderá sistematizar en su sistema de pensamiento, llamado poco originalemnte "Materialismo filosófico". Bueno es un filósofo muy sólido, serio y riguroso, probablemente intachable en su academicismo, pero lo que me distancia de su punto de vista es, paradójicamente, la importancia que otorga a la historia. Para él, la sustancia está históricamente connotada con tal intensidad que su propio contenido humano (social, histórico, cultural) es tan importante que llega a inscribirse en la dimensión ontológica: su ontología (orgullosamente hegeliana) es dialéctica strictu senso, el devenir histórico sería casi lo único capaz de significar el Ser. Pero no cae en el tonto idealismo wikipédico-hegeliano, sino que fundamenta su sistema con muchísima seriedad. He trascrito un interesantísimo párrafo del libro en el que se resume la importancia de Hegel y su huella en ciertos pensadores contemporáneos:

"Para Hegel(1770-1831), la materia es bipolar. Consta de dos movimientos fundamentales: atracción y repulsión. Ya Kant se los había atribuído. La materia es un momento de negatividad. Es el principio de individuación abstracta. La materia, frente a su identidad consigo misma, mediante el momento de su negatividad y de su individuación abstracta,se mantiene fraccionada; y ésta es la repulsión de la materia. Pero igualmente esencial (puesto que estos elementos diversos son también lo uno y lo mismo) es la unidad negativa de este ser por sí que es fraccionado; la materia es, por tanto, continua, y esta es su atracción. La materia es inseparable en los dos momentos: repulsión y atracción y su unidad negativa, individualidad que, frente a la exterioridad inmediata de la materia, es aún indistinta y, por tanto, no puesta aún como material, individualidad ideal; punto central, la gravedad. La materia es algo dinámico, dialéctico, contradictoria consigo misma, una unidad de fuerzas contradictorias. La materia es un principio de negación mediante el cual la idea se va diferenciando y reconciliando sucesivamente. Es sólo un aspecto provisional del desarrollo dialéctico de la Idea. El fraccionamiento de la materia arriba mencionado da lugar a los cuerpos. "La materia, como meramente universal e inmediata,tiene solamente una diferencia cuantitativa y es partiocularizada en diversas cantidades o masas, las cuales, cuando alcanzan la determinación superficial de lo entero o de lo uno, son cuerpos". Podemos decir que la propiedad esencial de la materia es el peso, la gravedad, como una propiedad esencial de la materia en sí, inherente a ella. Así la materia está dotada de espontaneidad propia. "La materia es, por consiguiente, primero esencialmente grave; ésta no es ya una propiedad externa que sea separable de ella. La gravedad constituye la sustancialidad de la materia: ella misma es el tender hacia elcentro. Se puede decir también que la gravedad es el ser en sí de la materia, en el sentido de que,precisamente en cuanto ella no es aún centro y subjetividad en sí misma, es aún indeterminada, no desarrollada, cerrada: la forma no es aún material". La materia es un momento negativo provisional del desarrollo dialéctico de la Idea. Es la idea la causa última de la multiplicidad y del movimiento histórico. Hegel no admite un dualismo irreductible entre materia y espíritu o entre la materia y laforma. Todos los dualismos son provisionales, y se superan. La materia en Hegel es una abstracción de la dialéctica. La materia aparece encontraposición al Espíritu. La materia es lo homogéno, lo legaliformizado, lo nomotético, lo necesario, lo determinado. La materia es la negatividad, el ser-otro del Espíritu y la Idea".

Evidentemente este planteamiento, inteligentísimo (¡¡y compatible con la posmodernidad!!), es mucho más interesante que el hegelianismo de garrafón de todos esos analistas históricos obsesionados con los zeitgeist, las verdades, las doctrinas y la Gran Historia. Es más, desde mi ignorancia este esquema ontológico me parece perfectamente compatible con el deleuziano: más que de materia, de lo que habla Hegel es de un completo devenir (¿no podría considerarse el devenir como el momento afirmativo de esa sustancia eminentemente negativa?). Así que he estado investigando esa hipótesis (un hegelianismo subterráneo en Deleuze) y no soy el único que ve esa posible similitud.

Para empezar,en este link , encontramos estas anotaciones:
"Deleuze's anti-Hegelianism is shown in his focus on the productivity of the non-dialectical (“affirmative”) differential forces termed by Nietzsche “noble.” These forces affirm themselves, and thereby differentiate themselves first, and only secondarily consider that from which they have differentiated themselves."
Aquí lo que se invoca de Deleuze es el absoluto vitalismo afirmativo del devenir, irreductible a un "Punto de partida" que le sirva de génesis, con lo cual cabe la posibilidad de que se justifique una especie de historia absolutamente caótica y desordenada en la que el nuevo acontecimiento no puede ser deducido de las condiciones que lo produjeron (con lo cual ya me contaréis cómo es posible concebir no ya un método histórico, sino incluso una Historia como concepto, que en el universo caosmótico deleuziano puede interpretarse como una mera aberración perspectiva,una ilusión de la razón). Pero esta cita, que remite al "Diferencia y repetición" (que no he leído), pone el dedo en la llaga sobre el problema clave en toda interpretación del devenir: las leyes de causalidad. De una determinada conceptualización de las leyes de causa-efecto se puede deducir toda una arquitectura de la historia, esa es la clave de la bóveda. Y a este respecto, apelo al libro de Zizek sobre Deleuze, en el que el esloveno también especulaba con la posibilidad de que el hegelianismo pudiese interpretarse como no tan diferente al "empirismo trascendental". Dice:

"El problema deleuziano de la seudocausa puede así ponerse en relación con la noción hegeliana de la posición (retroactiva) de los resupuestos: la causalidad directa es la de la interacción real de los cuerpos, mientras que la seudocausalidad es la de poner retroactivamente los presupuestos del agente, la de asumir idealmente lo que ya se ha impuesto al agente.1 ¿Y si esto explica también la aparición del sujeto como un agente libre/autónomo? La única causalidad "real" se produce en el nivel corporal de las multitudes interactuantes, mientras que el sujeto actúa como una "seudocausa" que crea acontecimientos de una manera autónoma. Una vez más, Deleuze se muestra aquí inesperadamente cercano Hegel. En las ciencias modernas, este círculo cerrado de la "posición de los presupuestos" de carácter autorreferencial,que ya Hegel percibió como la característica fundamental de todo ente vivo, se designa como "autopoiesis": en una especie de bucle reactivo, el resultado (el ente vivo) produce las propias condiciones materiales que le generan y mantienen. En la tradición del idealismo alemán la relación de los organismos vivos con su otro externo es ya-siempre su auto-relación (i. e., cada organismo "pone" su entorno presupuesto)."

Lo cierto es que es una hipótesis muy potente: el no-sujeto deleuziano (a menudo malinterpretado como un autómata, un zombie,un golem biomecánico) como némesis de la omnipotente "idea" hegeliana, en una especie de pliegue por el cual ese "espíritu" (momento trascendental) no es más que una haecceidad emergente de la multiplicidad pura. No obstante, la apelación a la noción de cuasi-causa (que viene a ser un trasunto cutre-filosófico de la "Teoría del caos" y la indeterminabilidad cuántica traído por los pelos) sigue dejando "en el aire" la verdadera pregunta de fondo: ¿hasta qué punto lo real (y por ende la historia) es reductible a un orden causal, y hasta qué punto es radicalmente caótica?. Deleuze plantea una mecanosfera semi-determinista, en la que el albedrío del devenir sobrevive en semilibertad (o libertad filosóficamente vigilada) gracias a esa idea un poco esotérica que es "el deseo". El deseo, regidor final del universo deleuziano (como el Poder en el foucaultiano), ¿hasta qué punto está causalmente condicionado? En Deleuze, ¿es el deseo la instancia ontológica que promueve el caos del caosmos? La idea de un sistema semi-ordenado / semi-caótico me resulta aporística (y eso que os juro que he leído a Prygogine), pero supongo que hay algo que no entiendo porque a nadie le llama la atención este particular. La cuestión deleuziana que más me inquieta no es ¿Qué puede un cuerpo? sino ¿qué puede el caos? Porque como os decía al principio, la pregunta que me inquieta es ¿cuál es el orden de la historia?
En cualquier caso, lo mejor que he encontrado sobre la conexión Jeguel / delés es esta sencilla reflexión en este foro :

"¿Por qué tan importante tener presente esta herencia académica respecto de Hegel para profundizar en Deleuze (y en los demás filósofos que le son contemporáneos)? Personalmente, y desde la investigación que adelanto sobre Deleuze, creo que muestra que: Deleuze entendía al hegelianismo (y en gran medida a Hegel), de un modo muy particular (preciso si revisamos todos los comentarios en los textos de Deleuze), que hacen que fácilmente se identifique a un Hegel humanizado (un Hegel humanista que tendrá que morir con la muerte de Dios, con Nietzsche). También muestra que, y esto es lo segundo, de revisar una interpretación sobre Hegel más actual (no sólo la de Labarrière quien, aunque sea miembro de la tradición francesa, hará una ruptura importante en la interpretación del Hegel de Hyppolite y de Kojeve), incluso a la luz del mismo Deleuze, comprenderíamos que Hegel estaba muy cerca de Deleuze en varios aspectos. Por lo menos tres. 1. La ontología relacional 2. La filosofía como sistema 3. La desantropologización de la filosofía Evidentemente queda desechado el papel de la negatividad, y esto será, a mi modo de ver, lo único que verdaderamente haga que Deleuze no sea un hegeliano de cabo a rabo. Por que Deleuze no toma un opuesto a la negatividad, como por ejemplo la positividad, sino un alternativo como lo es la productividad. Para Hegel lo que produce es la negatividad, pero para Deleuze lo que produce es la creación (el deseo, el inconsciente, eso que es impersonal). Con esto, evita cualquier movimiento dialéctico frente a los postulados hegelianos. Pero, el concepto de ritornelo, o el de devenir, pueden mostrar qué era la ontología de Hegel en tanto que no-sustancialista o relacional. El concepto de plano de inmanencia puede mostrarnos cómo entendía Hegel el sistema y el saber absoluto. Y el concepto de creación y diferencia nos pueden explicar cómo es que Hegel comprendía la superación del sujeto por el espíritu, o lo que es lo mismo, nos pueden explicar una nueva forma de entender la frase "Todo depende de que lo verdadero no se aprehenda y se exprese como sustancia, sino también y en la misma medida como sujeto." (Fenomenología del Espíritu, Prólogo, p.15) En fin. creo que el rechazo de Deleuze por Hegel y el hegelianismo pasa por una lectura de Kojève, primero, y de Hyppolite, después."
Supera eso.





¿Y SI MARX TIENE RAZÓN?
4. Bien, ahora es cuando explico la verdadera naturaleza de esta pequeña investigación personal: llegar a Marx desde Deleuze. Me interesa muchísimo el marxismo, pese a lo ingénuo de sus fundamentos es un método de análisis histórico fabuloso, de una capacidad resolutiva impresionante. Se dice que Deleuze estaba, cuando se suicidó, trabajando en un texto sobre Marx, en el que supuestamente reivindicaría la ideología del alemán tras haberse pasado toda la vida peleado con los comunistas y criticando duramente a los neomarxistas (incluso a frikis como Althusser o Lyotard).Como proyecto político, "Capitalismo y esquizofrenia" me parece fallido, demasiado escorado hacia una estética celebrativa de la revolución que a mis 35 primaveras se me hace demasiado colorista: son dos libros opacos, culturalistas, aristocráticos, y coyunturales de un tiempo que ya no es el nuestro. Hay en Deleuze una política de la huída, de la evasión, de línea de fuga, que como retórica anarquista funciona muy bien y como mística de la diferencia incluso mejor, pero completamente coja como sistema de pensamiento creativo. Leyendo el "Mil mesetas", uno se queda con la sensación de que el rol histórico del ciudadano fuese más el ir "en contra", destruir mitos, desmontar códigos, que sustituirlos por otros nuevos. Es el Deleuze nietzscheano, nihilista absoluto para quien la historia no es más que una huída hacia adelante, y para el que la única posibilidad de cambio verdadero nace de una "ruptura de la máquina social" a través del deseo libidinal incontenible. Es un callejón sin salida derivado de su rechazo militante a toda forma de código social (quizás por esa poética del "cuerpo sin órganos") y que conduce, en mi opinión, a dos únicas posibilidades: o bien la anarquía, o bien un sistema dinámico en perpétua reformulación, animado por las explosiones deseantes... y que en el fondo es perfectamente compatible con la dialéctica, si bien argumentado mediante conceptos en principio antitéticos a los hegelianos. Y compatible, incluso en su campo semántico (especialmente en el nomadismo y los flujos) con el free market. Para Deleuze el estado era un problema. ¿Dónde he oído eso antes?
En algún lugar leí que en el fondo los postestructuralistas no hacían más que legitimar el anarko-capitalismo. No sé si paradógicamente, es sencillo hacer una lectura de Deleuze "de derechas" (como antes las hubo de Heidegger, Hume o el mismo Hegel). Mejor no sigo con ese espinoso tema.
Pero dejemos a Deleuze: no he leído el"A thousand years of nonlinear history" de Manuel Delanda, que está considerado como la biblia de la historiografía deleuziana (el nerdoso DeLanda ocupa la cátedra Gilles Deleuze en la EGS suiza). Pero dejo aquí lo que dicen al respecto en la Wikipedia, por si a alguien le apetece leérselo:

"A Thousand Years of Nonlinear History (hereafter known as ATYNH) is a 1997 book by Manuel De Landa. The book forms part of the ongoing project of De Landa to apply dynamical systems theory and its ilk to such diverse fields as history, analytical science and realist philosophy, challenging prevailing paradigms in each instance. Specifically, ATYNH offers a novel neo-Deleuzian reading of history which sees the evolution and interplay of complex systems (geological, economic and linguistic) as primary, and opposes naive teleological notions of anthropocentric progress, to paraphrase the author. The book chooses an arbitrary starting date, 1000CE, and plots the fluctuations, bifurcations and extinctions of various heterogeneous or homogenous aggregates of 'matter' (the author uses the word 'matter' to describe the elements of any accumulation of geological, economic and linguistic content) from this point until 2000CE. One of the central points of ATYNH is that the patterns of behaviour inherent in the study of complex systems (eg. strange attractors, emergent properties) are found in all these domains of 'matter', informing a view of the world as a dynamic, highly interconnected bricolage of self-adaptive, amorphous systems composed of morphogenetically potent matter. In summary, ATYNH conceives of a world of infinite variation, one which is immanent, both hierarchical as well as non-hierarchical and a "mesh work" of linear and non-linear progressions, and thus one which can be most accurately modeled using the tools provided by complex systems, emergence theory and other related fields of study. De Landa's later book, Intensive Science and Virtual Philosophy, sees all phenomena in the abovementioned domains as 'emerging from' a core set of abstract (yet real) dynamic systems which are themselves multiplicitous and in constant flux. Both books are also useful for the way they elucidate some of Deleuze's notoriously difficult ideas and neologisms, including the body without organs, smooth and striated space, the plane of consistency, assemblages and abstract machines.."

¿EL FIN DE MI HISTORIA?
5. Concluyo: el materialismo dialéctico me parece una pirueta de pensamiento,una filosofía tramposa y simplista... pero completamente operativa. Funciona. Su análisis no es en realidad "Histórico" sino "histórico": la pequeña historia subterránea que da sentido a las posturas reivindicativas de los olvidados por los discursos en mayúsculas. Una historia construída desde la voz de los marginados por la Historia, con lo bueno (el pensamiento como instrumento para la agitación) y lo malo (la necesidad de una moral contingente pero absoluta capaz de distribuir "los buenos" de "los malos") de dicho planteamiento. Quiero decir: creo que como "sistema filosófico" el marxismo es muy pobre, pero como estrategia de subversión de los valores establecidos es el intento más claro, el más directo y virulento, de hilvanar una historia capaz de dar hostias como panes en el careto de los powerosos.
Empecé a interesarme seriamente por el marxismo hace un par de meses, cuando comprendí la potencia impresionante del concepto "plusvalía", una idea fabulosa y sutilísima. Pese a que no fue Marx el que inventó dicho concepto, la connotación que le dió es maravillosa, un mecanismo muy potente para entender el devenir de la economía y, por ende, de la cultura humana, mediante un concepto rigurosamente técnico pero cuyo desarrollo lógico es pura dinamita contra el sistema capitalista. Todo lo que hacemos se puede describir como un flujo constante de plusvalías, que como digo es un concepto de una potencia brutal, mucho mayor que el de "dinero", que es como concepto es más bien chusco. Lo que hace Marx es fabricar una historia del mundo basada en el expolio de las plusvalías, cuyo tránsito a través del espacio y el tiempo es la causa de todas ls guerras, revoluciones, invasiones, períodos de paz o cambios sistémicos: la plusvalía es al marxismo lo que "el deseo" en Deleuze o "el poder" en Foucault, con la ventaja frente a ellos de que es una variable métrica y por tanto fácilmente matematizable. Uno puede opinar subjetivamente y con cierta Fe sobre la "economía libidinal" o "la biopolítica" (figuras mayormente literarias) pero "la plusvalía" no requiere de ese compromiso ideológico, al tratarse de un parámetro matemático: un broker neoliberal y un líder sindical pueden discutir entre ellos en términos de plusvalía, al ser un lenguaje no connotado ideológicamente.
Me he perdido. Buscaba una "Historia" al empezar el post, pero creo que pasopalabra, porque estas especulaciones podrían llegar alinfinito. Finalizo diciendo:para valorar el pasar de las cosas que pasan, no necesito de un sistema historiográfico completo (que es lo que buscaba) sino una serie de conceptos capaces de producir un discurso sobre los acontecimientos que nos competen aquí y ahora. . No es necesario tener una teoría completa de la burbuja inmobiliaria, el papel de los bancos, las variables macroeconómicas,las tensiones geopolíticas, las pulsiones deseantes, la decadencia ideológica, el colapso alimentario o petrolífero o de sobreproducción... Son demasiadas variables. Pero todas ellas están atravesadas por esa idea maravillosa y crucial que es la Plusvalía. Un concepto iluminador y tóxico, una variable crítica, fundamento irresponsable de las mayores tropelías de la historia de la humanidad, y a partir de la cual podemos construir una biografía del mundo capaz de contestar a las verdades tramposas de la Gran Historia burguesa. Al final, quizás sea Marx el más adecuado para producir el discurso diacrónico que necesitamos: ya no es la gran Historia, sino su némesis rencorosa y díscola, con la que regresar de Marx a Deleuze a través de Focuault. Llamemos a ese discurso contrahistoria.
Pero hay un problema: ser marxista (o Foucaultiano, o Negrista, o Deleuziano...) es muy cansado. Exige salir a la calle y patear culos, y yo desde niño siempre he tenido las de perder cuando se dialogaba mediante mamporros. No tengo ese gen guerrilleiro de echarme a la polis a tirar piedras a la police. Soy más de verlo todo por la tele, como cualquiera de vosotros. Quizás todas mis dudas se acaben cuando compre un plasma de 40 pulgadas...
Vaya tochazo de la muerte acabo de soltar, y total para estar más perdido que al principio. Ni cuasi-causa, ni dialéctica negativa, ni teoría del plusvalor, ni hostias en vinagre. Chutazos de Info-show, es lo que necesitamos: tristemente, para entender el devenir del mundo basta con tener la tele encendida. Los que lo manejan no dan para mucho más. Mi cabeza no tiene ram suficiente para entender rigurosamente la historia, decididamente soy de ciencias, así que resumámoslo en...

1 comentario:

  1. Me lo he leído todo porque pensaba que era imposible que no dijeras algo interesante. Pero es sorprendente. Lo has hecho. ¡Ya puedes escribir un libro!

    ¿Plusvalía? ¿Y por qué no?: robo, extorsión, explotación o para ser más suaves, apropiación indebida.

    ¡Que vuelva el "observer" de la hipnosis y el mantra como sistemas de control social!

    Parafraseando a Pascal: "demasiado info-show nubla el sentido".

    Aquí está el texto que habla de la "desproporción humana" (por si quieres "reducir" un poco tus conocimientos)

    http://unclarodelbosque.blogspot.com/2007/06/blaise-pascal-la-desproporcin-humana.html


    Ah! y añadir que Aristóteles decía que "a la justicia la rige el principio de igualdad y a la amistad el principio de desproporción". Ergo justicia y amistad son incompatibles. Y comprendo que todos nos pasamos de "revoluciones" alguna vez. O unas cuantas.

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